sábado, 26 de enero de 2008

Cuando el orgullo se torna vergüenza

Justo unos días después de que mi buen amigo Eloy posteara en su blog una excelente entrada con el título "ORGULLO DE SER RIOJANO" sale a la luz pública un insólito caso del cual yo, como riojano, me avergüenzo y MUCHO.

Tomás Delgado Bartolomé, vecino de Santo Domingo de la Calzada (La Rioja), atropelló mortalmente en agosto de 2004 a Enaitz Iriondo, que veraneaba con su familia en el cámping de Castañares de Rioja cuando éste último se saltó con su bicicleta un stop e invadió la carretera aledaña al citado cámping.

Más allá de si los informes de los guardias civiles que realizaron el atestado pudieran no atenerse a la verdad de los hechos, más allá de si el vehículo circulaba a 170 km/h por una carretera limitada a 90 km/h, de si la tasa de alcohol en sangre era de 0,15 o superior y de cualquier otra infracción que pudiera haber cometido este individuo lo que resulta realmente indignante, triste, bochornoso, increible e inhumano es que el paisano tenga los santos bemoles de reclamar 20.000 € a la familia del fallecido por los daños causados a su vehículo por la bicicleta que el joven montaba cuando impactó brutalmente contra ella provocándole la muerte en el acto.

Desde este apartado rincón de la red de redes mi apoyo incondicional a la familia de Enaitz.

Cuando me entero de cosas como esta mi ORGULLO DE SER RIOJANO me lo paso por debajo del arco del triunfo ...

Os dejo con el vídeo-reportaje de Canal Sur sobre el caso:









1 comentario:

Anónimo dijo...

Querido amigo.

Como en botica, de todo hay. Desde luego, es surrealista, cínico, de vergüenza, pero, como dice el refrán, "hace más ruido un árbol que cae, que un bosque que crece", espero que la gente que nos conozca a los riojanos sepa ver el bosque y no el árbol.

Eloy